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Con 240 estudiantes inició labores el Colegio Alvernia en la Ciudad de Bogotá en el año de 1942, meses antes las Hermanas Sor María Aquilina Wenrle y Sor Catalina Zanher habían estado gestionando para la compra o alquiler de un terreno que les permitiera dar luz verde al proyecto de una Institución con Primaria y Bachillerato.
La primera Superiora y fundadora fue la Madre Albina Niedermann con un grupo de más de 12 religiosas que guiadas por la Madre Caridad Brader, fundadora de la Congregación, seguían recorriendo el País evangelizando y construyendo centros educativos donde los niños tuvieran derecho a una educación integral basada en el espíritu franciscano y valores cristianos.
El Colegio se enfocó en la educación de niñas que mantuvieran dentro y fuera de la Institución un espíritu fraterno, que fueran capaces de autoevaluarse como agentes de cambio muy conscientes de la realidad social.
Nuestra meta es seguir entregando a la sociedad líderes de Paz y Bien capaces de hacer sentir la dignidad humana y la grandeza cristiana.
La madre Caridad Brader nació en Suiza donde, en plena juventud, ingresó en una comunidad de religiosas franciscanas dedicadas a la contemplación y la enseñanza. Junto con otras religiosas marchó como misionera a Ecuador y, años más tarde, a Colombia, donde pasó el resto de su larga vida. Para mejor responder a las numerosas y urgentes necesidades de sus gentes, fundó la Congregación de Franciscanas de María Inmaculada, Comunidad que lideró muchos años con sabiduría y prudencia, inculcando a sus religiosas tanto la dimensión contemplativa de sus vidas como su entrega a la acción evangelizadora.
Son 130 años en los que las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada prolongamos en los más de quince países donde hacemos presencia, el lema de nuestra fundadora hacer “Todo por amor a Dios y como Él lo quiere”